miércoles, 30 de diciembre de 2015

Juguetes házlo-tú-mismo para mantener a tu perro alejado de los problemas

Ciro en una playa de Asturias, tan feliz con su palo recién rescatado del mar.

El juego es una actividad muy importante y que beneficia en muchos aspectos a nuestros perros. No solo es un buen entretenimiento para perros aburridos, sino que puede ayudar a calmar a aquellos que están nerviosos, a reducir estrés, a distraerlos de algo que los altera o asusta, y les puede proporcionar estimulación mental y física.
Existen muchos juguetes y juegos caseros que nosotros mismos podemos hacer con objetos que siempre solemos tener a mano. Siempre debemos comprobar que no supongan un peligro para nuestro perro, asegurándonos de que no tengan bordes cortantes, sean de materiales tóxicos o el perro pueda romperlos e ingerir trozos pequeños. Los juguetes rotos deben ser retirados por precaución.
Dicho esto, ¡vamos a crear unos cuantos juguetes buenos, bonitos y baratos!


Rastreo por la casa

Imagen sacada de www.k9magazine.com

Este es el juego de nariz por excelencia. Se trata de esconder un puñado de premios por las habitaciones a las que el perro tenga acceso. Los escondites no deben ser siempre muy elaborados, con que el trozo de comida no esté a la vista bastará para que el perro tenga que usar su nariz para encontrarlo (detrás de las puertas, de las patas de los muebles, debajo de la esquina de la alfombra, detrás de una maceta…). Hay que tener cuidado de que no se nos cuele ningún trozo bajo un mueble o algún otro sitio de difícil acceso porque no queremos que nuestro perro se frustre o rompa algo por empeñarse en conseguir el premio extraviado.

La tela trenzada

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Para este juguete necesitamos tiras de tela, a ser posible de algodón o algún material orgánico. Debemos asegurarnos de que la tela no suelte tinte al mojarse. Juntamos las tiras y hacemos un nudo, y a partir de ahí las empezamos a trenzar. Lo más sencillo es hacer una trenza de 3 tiras, pero podéis complicaros todo lo que queráis. Este juguete se puede usar tal cual o esconder premios en sus pliegues para que el perro se entretenga sacándolos. Para esto podemos hacer juguetes que estén más o menos apretados, para que tengan una dificultad mayor o menor a la hora de sacar los premios. Otra forma de hacerlo es con una sola tira ancha de tela dura, por ejemplo de vaquero, en la que haremos un único nudo, y esconderemos premios en sus pliegues.

El rollo dispensador


Con los rollos de cartón del papel higiénico se pueden hacer rellenables caseros. Dependiendo de la experiencia del perro pueden durarle unos segundos o unos cuantos minutos. En vez de cerrar los extremos también se pueden meter rollos arrugados dentro de otro y repartir los premios como queramos. Otra opción es poner los rollos de pie en el suelo o dentro de un contenedor y meter comida dentro. El perro deberá sacarlos o simplemente moverlos para conseguir la recompensa. Estos juegos son de poca dificultad, ideales para que nuestro perro aprenda a pensar por sí mismo y a resolver problemas.


Relleno de tela y premios


Si tenemos algún juguete de este tipo podemos convertirlo en un buen juguete rellenable al usar trozos de tela. Los intercalamos con premios mientras los metemos dentro. Al principio no debemos ponérselo muy difícil al perro para que no se frustre por no poder acceder a los premios o se rinda rápido.

Rompecabezas con pelotas


Usando un molde de muffins o madalenas y unas cuantas pelotas podemos construir un rompecabezas. Colocamos premios debajo de todas o sólo algunas de las pelotas, y nuestro perro deberá o bien adivinar usando su nariz en qué agujeros hay premio, o bien directamente levantar todas las pelotas para alcanzarlos. Se pueden usar otros objetos en lugar de pelotas de tenis, sobre todo si vuestro perro se excita demasiado con las pelotas. 

Cajas escondepremios


Tan simple como suena. Día tras día tiramos a la basura muchas cajas de cartón de diversas formas y tamaños. Todas pueden ser escondites perfectos para premios que nuestros perros deberán esforzarse en abrir o romper. Si les hacemos agujeros también pueden divertirse al mover la caja y hacer que salgan. Para complicarlo más, puedes meter bolas de papel de periódico arrugado dentro de la caja.

Adivina dónde



Si tienes alguna baraja de cartas que no uses por casa, puedes emplearlas en este juego. Dobla la baraja por la mitad y esconde premios sólo debajo de algunas de las cartas. Este juego es otra versión del juego de nariz en el que escondemos premios por la casa aprovechando esquinas, alfombras, las patas de los muebles…
Este juego se puede hacer también con vasitos de plástico o macetas de plástico pequeñas (objetos que el perro pueda dar la vuelta).

Las botellas giratorias


¿Tienes alguna botella por casa, algo de madera y un poco de maña? Entonces construir este juego para tu peludo será pan comido.  Simplemente tienes que fabricar algún tipo de estructura donde colocar una barra y que quede bien sujeta. A continuación busca algunas botellas o envases y hazles agujeros para poder ensartarlos en la barra. Abre el tapón e introduce algunos premios dentro y ¡listo!
Puedes dejar sólo el tapón sin cerrar para que puedan salir por ahí los premios,  o cerrarlo y hacerle agujeros a la botella por otros sitios para que el juego sea diferente.

Los clásicos prefabricados



Estos son los juguetes que encontraréis en las tiendas de animales y que están ideados para que nuestros perros pasen horas de diversión pensando en cómo conseguir los premios que esconden. ¡Pero ojo! Al igual que con los juguetes fabricados por vosotros es necesario que superviséis al perro mientras juega con ellos para aseguraros de que no los rompe y se traga algún trozo (al menos hasta que conozcáis el grado de glotonería o de fuerza bruta de vuestro perro).

Ale, ¡ya no tenéis excusa! 

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