El estornudo inverso es un reflejo de aspiración que aparece como consecuencia de una reacción sensible del tracto respiratorio, en especial de la faringe nasal. Se generan unos espasmos en forma de inhalaciones rápidas con las que se intenta desprender las partículas extrañas y la mucosidad que pudiera haber acumulada. Éstas se eliminarán bien mediante tos o mediante ingestión. Durante el espasmo, el aire pasa rápidamente a través de la faringe nasal y produce un sonido que recuerda a un ronquido fuerte. Se trata de un episodio benigno como lo puede ser un estornudo, que raramente necesita tratamiento.
Puede estar causado por problemas nasales o problemas en la faringe nasal (sinusitis y otras afecciones respiratorias), por alergias o sustancias irritantes (polvo, polen, ácaros, productos químicos y de limpieza, perfumes, virus...). El episodio puede desencadenarse al comer o beber rápidamente, tirar de la correa o por niveles altos de excitación.
El estornudo inverso es más común en perros pequeños o braquicéfalos (de morro chato), como el bóxer, el pug o el boston terrier.
La posición en la que el perro realiza el estornudo es bastante característica: cuello extendido, codos desplazados hacia afuera, pecho expandido, tensión corporal general... Los episodios suelen durar en torno a dos minutos o menos, y se suelen resolver de forma espontánea. No dejan secuelas, y no provocan pérdida de consciencia. Pueden aparecer en un momento determinado de la vida del perro, o estar presentes durante toda su vida. Si los estornudos van acompañados de pérdida de consciencia, o generan intolerancia al esfuerzo es necesario acudir al veterinario para valorar si existe alguna enfermedad respiratoria.
Durante el episodio, debemos permanecer tranquilos para ayudar a que el perro se relaje en la medida de lo posible, ya que si el perro se estresa o se angustia mucho los síntomas pueden empeorar. Podemos ayudar a nuestro perro masajeando suavemente su garganta para tratar de detener los espasmos. Otra opción que podemos probar es a cubrir la nariz del perro, ya que esto lo obliga a tragar y es posible que así elimine la causa de la irritación.
Es importante saber qué es este tipo de reflejo para poder identificarlo, pero si observamos que nuestro perro hace algo diferente, se comporta de forma extraña después del episodio, o creemos que puede tratarse de una pequeña obstrucción lo mejor es llevarlo al veterinario lo antes posible para asegurarnos. Ante cualquier duda, podemos grabar un vídeo para enseñárselo luego al veterinario y que nos confirme que se trata de un estornudo inverso.