El estudio ha sido publicado en el Journal of the American Veterinary Medical Association, y fue llevado a cabo por el veterinario Frank McMillan, de la Best Friends Animal Society, y un equipo de investigadores de la Universidad de Pennsylvania, en Filadelfia, EEUU. Para el estudio se utilizaron datos de 413 perros obtenidos de cachorros de tiendas de animales, y de 5657 perros obtenidos de cachorros de un criador. Las evaluaciones de comportamiento se obtuvieron mediante el cuestionario conocido como "Canine Behavioral Assessment and Research Questionnaire", que evalúa la intensidad o la frecuencia de los diferentes aspectos del comportamiento del perro. Este cuestionario consta de 101 preguntas acerca de las respuestas del perro a eventos, situaciones y estímulos habituales en el día a día. Como resultado, los perros adquiridos en tiendas recibieron puntuaciones significativamente menos favorables en 12 de las 14 variables conductuales medidas, en comparación con los perros adquiridos de criadores, que puntuaron mejor en todas las categorías. Además, los primeros mostraban significativamente más agresión hacia los miembros de la familia, otras personas y otros perros, más miedo a otros perros y otros estímulos no sociales, y mayores problemas relacionados con la separación y la higiene. Pero este no es el primer estudio que encuentra problemas con los cachorros de las tiendas de animales; un estudio previó demostró que perros que habían sido empleados como reproductores en un establecimiento de cría comercial presentaban más problemas de salud y de comportamiento que otros que no provenían de estas "granjas de cachorros", como se conocen popularmente. Otro estudio llevado a cabo el año pasado por Carri Westgarth reveló que cuando se veía a los padres del cachorro a adoptar, éste era 3,8 veces menos propenso a presentar problemas de comportamiento que aquellos cachorros de los que no se podía ver a los padres. En conclusión los investigadores declaran que "adquirir perros en tiendas de animales frente a adquirirlos de criadores no comerciales representa un significativo factor de riesgo para el desarrollo de un amplio abanico de características conductuales no deseables", y que "hasta que las causas de esas diferencias desfavorables puedan ser específicamente identificadas y solucionadas, no pueden recomendar la adquisición de cachorros en tiendas de animales".
Bajo su liderazgo, la Estación de Investigación etológica Konrad Lorenz (KLF) se ha convertido en un referente internacional en biología del comportamiento e investigación cognitiva. Además, el profesor Kotrschal es co-fundador del "Wolf Science Center (WSC)", situado en Austria, donde se estudia la complejidad social y la cognición en lobos, además de analizarse las similitudes entre lobos, perros y humanos.
El grupo de investigación se interesa especialmente en el vínculo entre humanos y animales de compañía, estudiando las relaciones entre la personalidad humana y el tipo de interacción con el perro/gato, y sus efectos en el comportamiento y la personalidad del animal de compañía.
Otra línea de investigación se centra en el estudio de los recursos cognitivos y cooperativos de lobos y perros criados y mantenidos de la misma forma. Esta investigación comparativa que pretende explorar las bases de la asociación perro-humano, y se lleva a cabo en el WSC (http://www.wolfscience.at/english/#).
Con sus investigaciones, Kotrschal espera contribuir al conocimiento que se tiene de lobos y perros, y de su relación con el hombre, haciéndonos así más conscientes de que los perros llevan siendo nuestros compañeros desde la prehistoria, y que tanto ellos como el vínculo humano-animal merece ser valorado y respetado por todos. Los estudios animales están ganando atención en el mundo académico, lo cual afectará cada vez más la actitud de la sociedad hacia los animales.
En el futuro, el grupo seguirá profundizando en la naturaleza de la relación humano-animal y en el mecanismo y las bases de la cooperación entre lobos/perros y humanos. Además, en la rama aplicada, están iniciando estudios acerca de los efectos de los perros en colegios.
Links: Konrad Lorenz - Research Station (inglés) Wolf Science Center (alemán - inglés en "reforma")
Comparto con vosotros un vídeo publicado ayer, del que Marc Bekoff hizo un comentario en psychologytoday. Bekoff no habla de SI los animales se entristecen/afligen, sino de CÓMO lo hacen. Defiende el estudio del porqué de la evolución del sentimiento de duelo, no si este sentimiento ha evolucionado; y esto lo aplica a las emociones en general. Bekoff comenta: "De todas formas no está claro si el perro adulto está de duelo o si por alguna otra razón decide enterar al cachorro".
Sólo con un video es muy difícil adivinar qué está ocurriendo y muy fácil interpretar los hechos antropomórficamente, pero no deja de ser extremadamente intrigante para mí.
Podéis leer el artículo completo de Marc Bekoff aquí.
Esta dieta, según los investigadores, parece ayudar a los perros a recobrar temperaturas corporales más bajas tras el ejercicio, lo cual reduciría el jadeo, mejorando por tanto la capacidad olfativa. En contra de las creencias convencionales, el grupo de investigadores observó que menos proteína y más grasa en la dieta de los perros detectores los ayudaba a rendir mejor tanto en el ejercicio como en tests de detección. Durante un periodo de 18 meses, se rotó a 17 perros entrenados a través de 3 dietas: una dieta de alto rendimiento, otra dieta de pienso de perro adulto convencional, y una tercera de este último pienso aderezado con aceite de maíz. Mediante mediciones de los diferentes efectos de cada dieta en cada perro, descubrieron que los perros que se alimentaban con la dieta normal mejorada con el aceite de maíz tardaban menos tiempo en normalizar su temperatura corporal tras el ejercicio y eran más capaces de detectar pólvora sin humo, nitrato de amonio y TNT
El aceite de maíz tiene muchas grasas poliinsaturadas, similares a las que encontrarías en muchos frutos secos y aceites de semillas de uso común. Otros datos sugieren que estas grasas poliinsaturadas podrían mejorar el sentido del olfato, y parece que esto podría ser cierto para perros detectores. Podría ser que la grasa de alguna manera mejore las estructuras de señalización de la nariz o reduzca la temperatura corporal, o ambos. Pero disminuir la proteína también juega un papel en la improvisación del olfato. Tanto la dieta de alto rendimiento como la dieta normal mejorada contenían la misma cantidad de energía proveniente de la grasa (57%), pero la mejorada contenía menos proteína (sólo un 18% en comparación con un 27% de la dieta normal y la de alto rendimiento). Digerir la proteína eleva la temperatura corporal, así que cuanto más tiempo el cuerpo esté por encima de tu temperatura normal, más tiempo el perro se ve obligado a jadear, y más difícil es olfatear bien.
Este estudio, según los autores, cambia el paradigma de lo que las dietas de alto rendimiento pueden significar para los perros: "Depende de lo que se requiera de los perros. Un perro de trineo o un galgo pueden necesitar más proteína para seguir con su actividad, pero los perros detectores tienden a ejercitarse en franjas cortas y necesitan recuperarse rápido y olfatear bien; para eso, menos proteína y más grasa podría ayudar". Más info aquí: Cornell University (2013, March 27). More fat, less protein improves canine olfactory abilities. ScienceDaily. Retrieved June 24, 2013.
Desde DogMind queríamos crear un sitio en el que compartir con vosotros cualquier cosa interesante relacionada con el mundo del comportamiento animal y la educación canina. Aquí encontraréis desde artículos y vídeos interesantes hasta comentarios acerca de libros y tiendas para mascotas, consejos sobre el cuidado y la higiene, y mucho más!
Si os interesa el mundo del perro y el mundo animal en general, este es vuestro blog ;)
Un Saludo,
El equipo de DogMind